Micro-red eléctrica aumenta la seguridad en cárcel Santa Rita

Si un apagón en nuestra viviendas particulares nos complica la vida, imaginemos lo que debe ocurrir si eso pasa en una prisión como la de Santa Rita, en California (EE.UU.), con 3.000 reclusos y los múltiples sistemas de seguridad que dependen totalmente de la electricidad.

Esta cárcel utiliza tanta energía como una ciudad pequeña, sus facturas eléctricas anuales rondan los 3 millones de dólares, y quedarse sin energía es un fallo que no se pueden permitir.

Así que el recinto ha creado su propia micro-red eléctrica para evitar los posibles cortes de suministro. Para ello ha contado con Chevron Energy Solutions, una empresa filial de la multinacional petrolera Chevron Corp., que trabaja con empresas y agencias gubernamentales para reducir sus facturas eléctricas, a través de una combinación de medidas de eficiencia energética y utilización de energías renovables.

El proyecto se inició en 2008, cuando el Departamento de Energía (DOE) de los EE.UU. anunció su intención de subvencionar proyectos de micro-redes eléctricas para probar su funcionamiento, y Chevron sugirió que Santa Rita sería una buena candidata.

Esta nueva micro-red le permitirá a la cárcel de Santa Rita funcionar independiente de la red eléctrica estatal en caso de apagón. La energía la suministrarán las placas solares, turbinas eólicas, una gran pila de combustible, y un aún mayor sistema de almacenamiento energético, compuesto por 4 contenedores de carga con 2.200 baterías en cada uno, todos instalados dentro de la prisión. Una micro-red puede unificar los proyectos de generación renovable, hacer que estos sean más eficientes y proteger las instalaciones contra los cortes de suministro. El cambio entre la red estatal y la red interna, en caso de ser necesario, se efectúa con tal precisión que ni reclusos, ni el personal, llegarán a percibirlo.

La micro-red tiene otros beneficios añadidos como, la reducción de las facturas eléctricas, ya que la compra de energía se puede efectuar por la noche, cuando es más barata, y almacenarla en el sistema de baterías para consumirla en momentos en que su coste es superior, como por las tardes.

Interior de uno de los contenedores de carga que forma parte del sistema de almacenamiento de electricidad de la cárcel de Santa Rita (California, EE.UU.)

También pueden ayudar al buen funcionamiento de las redes eléctricas generales, al permitir que grandes consumidores de energía como éste, tengan un mayor control de la manera en que utilizan la electricidad proveniente de la red y así suavizar los momentos pico de consumo.

El sistema ha sido financiado con fondos estatales y federales, ha tenido un coste de 11 millones de dólares, y puede mostrar el camino a otras grandes instalaciones -hospitales, bases militares, grandes empresas, etc.- de cómo pueden generar y administrar la energía que ellas mismas produzcan.

El condado de Alameda ha pasado la última década haciendo que la cárcel de Santa Rita sea más autosuficiente, después de la crisis eléctrica que sufrió California en los años 2000-2001, que provocó muchos apagones en todo el estado.

Empezaron en 2001 con la instalación de un sistema de energía solar de 1,2 megavatios (MW) que produce cerca de un tercio de la demanda pico del recinto. En 2005, se instaló una pila de combustible que produce otro megavatio. En 2010, se instalaron 5 pequeños molinos eólicos cada una de las cuales genera 2,3 kilovatios pico. Para tener una idea más precisa de lo que implican estas cantidades hay que tener en cuenta que un megavatio es más o menos, la cantidad de energía que consumen 750 viviendas en un momento dado.

Al mismo tiempo se han ido tomando medidas para aumentar la eficiencia, reduciendo el consumo de electricidad y agua.

Por último, este sistema de micro-red equilibra las necesidades energéticas de la cárcel, al poder jugar con la energía generada en el sitio y la almacenada. Si el condado decide instalar más energía solar o eólica en el recinto, esto no tendrá ningún impacto sobre la red general. Y debido a la tecnología “plug and play” utilizada y a lo escalable del sistema, se pueden añadir de manera muy fácil tanto más medios de producción como de almacenamiento.

El recinto también dispone de dos generadores diésel, que sirven de respaldo para el caso de algún desastre natural, como un terremoto, que pueda producir un apagón más prolongado.

Fuente:   chron.com

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