Tecnología impresión 3D de gran formato gana la 3D4D Challenge

Un equipo de estudiantes de la Universidad de Washington acaba de ganar el primer premio en el primer 3D4D Challenge, un concurso internacional que pretende impulsar la utilización de la tecnología de impresión 3D, para conseguir beneficios sociales reales en los países en vías de desarrollo.

Los tres estudiantes participantes, Bethany Weeks, Matt Rogge y Brandon Bowman, son miembros del grupo Washington Open Object Fabricators (WOOF)  y han ganado 100.000 dólares, con los que pretenden crear una empresa social que trabajará con la ONG Water for Humans (WFH), en Oaxaca (México) para poner a prueba su idea, fabricar inodoros de compostaje, y sistemas de recogida de agua de lluvia con residuos plásticos. Están buscando más colaboradores en los EE.UU. y el resto del mundo para llevar adelante el proyecto.

Utilizar grandes impresoras 3D para hacer letrinas de compostaje tiene la ventaja de que éstas son más ligeras y económicas que las tradicionales. La máquina también producirá útiles para recoger el agua de lluvia, los cuales estarán específicamente diseñados para adaptarse fácilmente a los barriles de lluvia estándar disponibles en el mercado. Una de las mayores ventajas de este novedoso método de fabricación es que se hace utilizando como material peligrosos desechos plásticos. Sin olvidar, que el proceso se realiza en el sitio, lo que evita el transporte, por lo que se generan menos emisiones de carbono y se ahorra dinero. Además, si la energía se obtiene por medios renovables, el círculo se cierra de una manera totalmente sostenible.

“Me siento afortunado de tener la oportunidad de empezar a poner a prueba nuestras ideas”, comentó Rogge. “Hay un gran potencial para mejorar la calidad de vida de muchas personas, al tiempo que retiramos los plásticos del flujo de residuos que generamos”.

El concurso 3D4D fue patrocinado por la organización benéfica británica TechForTrade.org, la final se desarrolló en Londres, y a ella accedieron otros seis equipos de todo el mundo. Los participantes incluían a grupos de estudiantes, pequeñas empresas, y personas interesadas en esta novedosa y revolucionaria tecnología de fabricación.

Como comentó Brandon Bowman, “con las pequeñas impresoras, las boquillas pueden obstruirse fácilmente”. La enorme impresora 3D que los estudiantes han creado, llamada “Big Red”, no solo puede fabricar objetos de gran tamaño, sino que también les permite trabajar con materiales plásticos reciclados, que no estén totalmente limpios.

Ejemplo de su capacidad es la canoa que fabricaron el pasado Julio con 250 envases de leche, y que después participó en una carrera en Seattle (EE.UU.). Eso demostró que podían producir objetos partiendo de plástico reciclado, y es una prueba de que con una impresora aún más grande, hecha a medida, pueden fabricar cualquier tipo de piezas.

El grupo Washington Open Object Fabricators (WOOF), es un club de cerca de 50 miembros formado el pasado año, y que están especialmente interesados en la tecnología de impresión 3D. Ellos fueron los que hicieron la canoa antes mencionada, y que puede verse en las imágenes que acompañan la entrada.

Fuente e imágenes:   Universidad de Washington

Tags: 3D4D Challenge, Big Red, Desarrollo sostenible, EE.UU., Emisiones de carbono, Empresa social, Impresión 3D, Inodoros de compostaje, ONG, Recogida agua de lluvia, Reducir reutilizar reciclar, Residuos plásticos, WOOF

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