Investigadores del MIT desarrollan tecnología que permite imprimir células solares en papel | Genera TU Energia

Célula solar flexible y plegable fabricada en papel. Foto: Patrick Gillooly

La nueva tecnología desarrollada por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT y fue publicada el 8 de Julio en la revista Advanced Materials.

Y tan Advanced, no? Esto si es un significativo paso adelante.

La técnica representa un avance importante, con respecto a otras usadas para la producción de células solares, que requieren de la exposición de los substratos a condiciones potencialmente peligrosas, como son altas temperaturas o líquidos nocivos para su fabricación.

La hoja de papel tiene la misma apariencia que otra que haya podido salir en ese momento de una impresora de oficina. Está formada por una serie de rectángulos de colores impresos, en la mayor parte de su superficie.

Pero entonces uno de los investigadores coge un par de clips con unos cables conectados a sus extremos los conecta a la hoja,  y la ilumina. Instantáneamente un pantalla LCD, conectada a los otros extremos de los cables empieza a mostrar la hora en un reloj digital.

Célula solar en papel en funcionamiento

Casi tan barato y fácil como la impresión de una foto con inyección de tinta. Una célula solar barata y sencilla se ha creado sobre la débil superficie de una hoja de papel, a partir de las “tintas especiales” depositadas en el mismo.

Incluso se puede doblar, para meterla en un bolsillo, se desdobla y nuevamente tenemos una célula solar, funcionando y produciendo energía.

El nuevo procedimiento de impresión utiliza vapores y temperaturas inferiores a los 120 grados.

Este sistema de impresión, tan poco agresivo, hace posible el uso de papel ordinario, tela e incluso plástico para la creación de las células solares, aunque claro está es un poco más complicado de llevar a cabo que imprimir un informe en la oficina.

Para crear una matriz de células fotovoltaicas en el papel u otra superficie, cinco capas de material deben ser depositadas en el substrato, en sucesivas pasadas, usando una máscara también de papel para formar los patrones de las células solares en la superficie.

El proceso se lleva a cabo dentro de una cámara de vacio.

Es básicamente el mismo que hay que realizar para obtener el revestimiento en plata brillante del interior de una bolsa de patatas fritas. Un proceso de deposición de vapor que puede llevarse a cabo de manera económica a grandes escalas de fabricación.

Estás células fotovoltaicas flexibles, han seguido funcionando incluso cuando el papel fue doblado para construir un avión, de papel, evidentemente.

En la publicación del proceso, los investigadores también han descrito la impresión de una celula solar en una lámina PET, un material más fino que el que se usa para la fabricación de botellas de refresco.

Una vez producida la célula, se plegó y desplegó está 1.000 veces, sin pérdidas significativas de rendimiento en la misma.

Sin embargo, una célula solar convencional fabricada sobre el mismo material, no admitió ni tan siquiera un doblado, por lo cual como dice Vladimir Bulovic uno de los investigadores: “Hemos mostrado sobradamente la solidez de esta tecnología”.

Además, debido al bajo peso del substrato usado para la fabricación de las células solares, en comparación con el vidrio u otros materiales tradicionales, creen que pueden llegar a fabricar células solares escalables que pueden obtener niveles record de watios por kilogramo de rendimiento.

Para zonas en desarrollo con no muy buenas comunicaciones, en el mejor de los casos, la ventaja del bajo peso es muy importante, cuando se trata de poner a su disposición este tipo de tecnologías.

Hay que tener en cuenta que en las células solares convencionales, el coste de los elementos no fundamentales para la creación de la energía, los soportes para las instalaciones, los substratos para las células, los gastos de transporte e instalación son más altos que el coste en sí de las células.

Por lo que el uso de esta tecnología abarataría considerablemente el desarrollo de la energía solar, ampliando los lugares donde podrían instalarse células solares.

Fuente:  EcoFriend |  MITnews