Producir agua potable e hidrógeno a partir del aluminio

Profesor Jerry Woodall junto con otros investigadores

Un equipo de investigadores de la Universidad de Purdue, dirigido por el profesor Jerry Woodall, lleva años desarrollando un método con el cual conseguir agua potable e hidrógeno partiendo de aguas contaminadas o saladas y una aleación de aluminio (Al) con galio (Ga), indio (In) y estaño (Sn).

El profesor Woodall es profesor distinguido de ingeniería eléctrica e informática, lleva años investigando en microelectrónica y nanotecnología, habiendo obtenido la Medalla Nacional de Tecnología de los EE.UU., en el año 2001 que le fue entregada por el entonces presidente George W. Bush.

Esto creo que nos ofrece algunas garantías de que él y su equipo no están hablando por hablar. Otra cosa es que obtenga las inversiones para llevar a buen termino sus ideas.

Con su sistema, el agua potable se puede obtener a un coste de 1 dólar/4 litros, y la electricidad podría ser generada a razón de 35 centavos de dólar por kilovatio-hora, que es un importe bajo teniendo en cuenta que el coste de generación de la energía solar es 10 veces esa cantidad.

Este sistema se podría usar para abastecer de agua y electricidad a aldeas remotas, destacamentos militares, unidades que actúen en situaciones de emergencia, entre otras muchas utilidades.

El funcionamiento de la invención es simple: se introduce la aleación de aluminio en el agua a descontaminar o desalar. Con ello se consigue una reacción espontánea que divide el agua en oxigeno e hidrógeno para alimentar una pila de combustible. Con el calor generado en la reacción también se obtiene un subproducto que es vapor de agua, que una vez enfriado pasa a ser agua lista para el consumo.

Algunos problemas, parece ser producidos por los egos en el Departamento de Energía de los EE.UU., están retrasando esta posible revolución.

La Purdue Research Foundation tiene el título de la primera patente, y una nueva empresa, AlGalCo LLC, ha recibido una licencia con los derechos exclusivos para comercializar el proceso.

Otra de las ventajas de esta tecnología es que se evitarían los problemas de almacenamiento y transporte del hidrógeno, ya que éste se produciría bajo demanda -lo que se necesita, donde se necesita-. Así, por ejemplo, no sería necesario almacenar el hidrógeno en los vehículos sino que se generaría éste directamente en los mismos, con un depósito de unas dimensiones aproximadas a las que tiene un coche actualmente.

De hecho la única modificación que necesitarían los mismos, además, claro está, de instalar éste tipo de dispositivo, sería el cambio de los inyectores de gasolina por otros, para inyectar el hidrógeno.

Las posibilidades de esta nueva tecnología portátil son inmensas, ya que soluciona dos importantes problemas: obtener agua potable y energía a un coste razonable. El aluminio es el tercer metal más abundante en la Tierra, su coste no es excesivo, ni su uso peligroso. En estos momentos el problema más importante es abaratar esta tecnología, pero pensamos que con las adecuadas inversiones esto sería posible.

Según el investigador, una unidad de este tipo, incluyendo el reactor, la célula de combustible y el peso de la aleación necesaria para generar la reacción rondaría los 45 kilos.

Fuente:  Off-Grid |   nanoHUB