Producir biocombustibles a partir de residuos celulósicos

Profesor David Mullin (dcha) Hailee Rask (izda) y Harshad Velankar, equipo de investigación del Departamento de Biología Celular y Molecular de la Universidad Tulane de Luisiana

En un próximo futuro, con suerte, no sólo los periódicos, sino cualquier residuo o material que contenga celulosa podrá ser reciclado para obtener biocombustible –butanol-, siguiendo un proceso desarrollado por investigadores de la Universidad Tulane de Luisiana, en Nueva Orleans, EE.UU.

El equipo formado por el profesor asociado David Mullin, del Departamento de Biología Celular y Molecular de esta universidad, el estudiante de postgrado Harshad Velankar y la estudiante Hailee Rask descubrió la bacteria, TU-103, en heces de animales.

Desde entonces la han cultivado y desarrollado un proceso, pendiente de patente, que les permite producir bio-butanol a partir de ella y de la celulosa obtenida de periódicos.

La celulosa se encuentra en todas las plantas, es el material orgánico más abundante de la naturaleza y su conversión en biocombustible ha sido el sueño de muchos investigadores durante mucho tiempo, según Harshad Velankar.

Sólo en los EE.UU., alrededor de 320 millones de toneladas de materiales celulósicos, que podrían producir biocombustible, son desechados cada año.

Otras bacterias habían conseguido producir bio-butanol en el pasado, pero era necesario que el proceso se realizase en un ambiente libre de oxígeno, lo que incrementaba los costes de producción. Sin embargo, la TU-103 es capaz de sobrevivir y realizar el proceso en presencia de oxígeno.

El etanol es también un derivado de la celulosa, pero el butanol se comporta mejor por varios motivos: se puede usar en los motores de gasolina sin modificación alguna, puede ser transportado a través de los gaseoductos existentes, ya que es menos corrosivo y contiene más energía a igualdad de volumen que el etanol.

Los beneficios de utilizar bacterias para producir biocombustibles son muchos, entre ellos, que es un proceso de bajo coste ya que se basa en la fermentación natural, necesitando de menos energía que los sistemas tradicionales de producción. Aparte de esta simplicidad y economía, se utiliza un residuo para su elaboración, en vez de maíz o cereales, en definitiva alimentos que se apartaban de su uso lógico, que es el consumo humano para su transformación industrial en combustible.

Este descubrimiento reducirá el coste para producir bio-butanol, además de que evitará la emisión de CO2 y de smog a la atmósfera en comparación con lo que ocurre usando la gasolina y tendrá un enorme y beneficioso impacto ambiental al utilizar residuos para su producción.

Fuente:  Gizmag

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