Polli-Bricks ladrillos plásticos hechos con botellas PET recicladas

Otra forma de generar energía, o de usar mejor la que ya hemos generado, es meditando y recitando el mantra: Reducir, Reutilizar, Reciclar.

Por eso traemos hoy aquí al ganador del premio The Earth Awards 2010 en la categoría de “Productos”. Los Polli-Bricks, ladrillos de plástico PET reciclado.

Son un diseño del arquitecto Arthur Huang, formado en la Universidad de Harvard, que dirige la empresa MINIWIZ Sustainable Energy Development Ltd. de Taiwan.

Estos ladrillos son esencialmente botellas de 6 litros con un diseño especial para su montaje final. Cada uno necesita del reciclado de 4 botellas para su fabricación.

Detalle constructivo con ladrillos Polli-Bricks

Proporcionan una forma de construcción barata: 1/4 del costo de otros sistemas de muro cortina, rentable, respetuosa con el medio ambiente y al menos un 50% más ligera que con otros materiales más tradicionales.

Son capaces de resistir desastres naturales, como tifones, terremotos y además son resistentes al fuego. Translúcidos, buenos aislantes acústicos y térmicos, no necesitan prácticamente de ningún elemento de sellado para su unión, y si evitamos totalmente éste, podemos desmontar y trasladar la construcción a cualquier parte que nos interese, con unos costes mínimos.

Los Polli-Bricks se entrelazan en su montaje para formar una estructura en nido de abeja extremadamente resistente y ligera, como podéis ver en el vídeo que acompaña a esta entrada.

Nido de abeja con Polli-Bricks

Los ladrillos pueden incluir generación eléctrica por energía solar y la integración de lámparas LED, lo que hace que las paredes con ellos construidas puedan cambiar de color en una gama casi infinita de tonos.

No sólo la construcción que se consigue es fuerte y segura, sino que está muy bien pensada en todos los detalles, incluyendo un sistema de auto-limpieza por goteo de agua.

En palabras de Huang: es un sistema revolucionario de construcción, ya que son el primer sistema escalable, realizado con un producto de emisiones neutras de carbono, porque proceden totalmente de materiales de desecho, eliminando así la necesidad del uso de materias primas para su fabricación. Además, se pretende reducir al mínimo los costes de transporte pues la idea es que su fabricación se realice cerca de donde vayan a ser utilizados, reciclando en ese mismo lugar las botellas PET.

Puede parecer difícil de creer pero se han usado en edificios de un tamaño considerable, como el EcoARK, construido en Taipei, Taiwan, siendo ésta la primera estructura pública construida con este sistema. El edificio tiene nueve pisos, y se han necesitado 1.5 millones de botellas de plástico PET en su contrucción.

Se están realizando otros edificios con carácter permanente, como hoteles. Pero por ahora parece ser que sólo se están atreviendo a hacerlo en Asia, aunque hay que confiar en que este sistema constructivo se extienda a otros lugares del planeta dadas sus innegables ventajas.

Fuente:   The Earth Awards 

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