Los dirigibles de carga Solar Ship funcionan con energía solar
Aeronave Chui de Solar Ship en vuelo, en la parte superior se pueden observar las células solares fotovoltaicas
Solar Ship, una compañía canadiense con sede en Toronto, está diseñando un híbrido entre avión y dirigible que puede revolucionar el mercado del transporte aéreo. El gran inconveniente de los dirigibles que sólo utilizan el helio para su sustentación, es lo difícil de su control y manejabilidad, con sus diseños esta empresa ha logrado subsanar este problema al equilibrar la utilización de la elevación estática -propia de los dirigibles- con la elevación dinámica -que utilizan los aviones-, para su funcionamiento.
La idea de Solar Ship es desarrollar una aeronave que pueda beneficiarse de los avances en aerodinámica, en laminados sintéticos textiles, en baterías ligeras y una electrónica cada día más inteligente, así como en unas células solares fotovoltaicas más eficientes, para que permita transportar la carga útil de un camión, con mayor flexibilidad que un avión y con una eficacia desconocida hasta la fecha.
Camión hundido en el hielo en lago del Canadá, problema que se pretende solventar
El modelo Chui (en su configuración solar) puede transportar según la compañía 1.000 kilos de carga, a 1.000 kilómetros de distancia, necesitando una pista de tan solo 100 metros para el despegue.
Pero la principal ventaja de estas aeronaves es que pueden acceder a lugares sin apenas infraestructuras, y si la propulsión es exclusivamente solar -hay versiones híbridas- no requieren de ningún apoyo externo, ni reabastecimiento, ni suministro de combustible, o recarga de baterías.
La falta de infraestructuras dificultan el transporte en los países subdesarrollados
Precisamente el hecho de que su energía la consiga mediante las células solares fotovoltaicas que lleva incorporadas en la parte superior del ala, es para mí lo más interesante del proyecto, ya que al auto generar la energía que necesita por medios renovables y limpios, se convierte en una nave de cero emisiones de CO2, con una autonomía prácticamente ilimitada.
La idea básica del proyecto es poder abastecer a las compañías mineras del norte de Canadá que utilizan los lagos helados -a modo de carreteras- para recibir los suministros imprescindibles para su funcionamiento, así como acceder a zonas afectadas por desastres naturales -terremotos, huracanes entre otros- y que han perdido sus infraestructuras, o a áreas de países subdesarrollados que nunca han contado con ellas.
Dibujos de los tres modelos Solar Ship, Caracal, Chui y Nanuq
Están desarrollando tres prototipos, con diferentes tamaños y cada uno enfocado a un mercado especifico, el Caracal, el Chui y el Nanuq. Según su página web, el Caracal podría desempeñar una función similar a la de un vehículo todoterreno, el Chui se podría comparar a una camioneta con una capacidad de carga de una tonelada, y el Nanuq se aproxima a lo que podría ser un camión tráiler que puede transportar entre 12 y 30 toneladas.
Para ver con más detalle sus características técnicas recomiendo entrar en su página web, hay algunos números que no llego a entender, como por ejemplo, las diferentes capacidades de carga entre la versión solar y la híbrida, las diferencias en las autonomías, entre otras, y que imagino se aclararán cuando el proyecto esté más adelantado.
El fundador y CEO del proyecto es Jay Godsall. La empresa cuenta con un equipo de alto nivel para desarrollar las aeronaves, y además la inversión de 25 millones de dólares realizada hasta la fecha muestra claramente que esto no es un sueño sin base real o una idea sin fundamento, sino un proyecto empresarial serio y con posibilidades de futuro.
Prototipo aeronave Caracal sostenible y que funciona con energía solar fotovoltaica con publicidad del Proyecto Mazava
A nivel personal también me llama la atención la responsabilidad social que se percibe en la compañía, pues han creado ya una fundación sin fines de lucro con dos proyectos concretos: el Proyecto Mazava, que ofrecerá suministros médicos a personas aisladas en zonas de África, y el Proyecto Savoka, que pretende ayudar a preservar especies y culturas en peligro de extinción en zonas remotas. Sin estar todavía operativas las naves (lo estarán para finales del 2012) ya se ven resultados tangibles.
Por cierto, aquí os dejo un corto e interesante vídeo donde muestran algunas de sus características. Confío en que os guste.
Fuente: Solar Ship
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